Da igual lo que pienses, sin intereses ni lo intentes, tus palabras son antiadherentes, responden a estímulos inexistentes, sin pasión, ardua comunicación.
Da igual lo que aguardes, es mejor que lo guardes, cierra compuertas que no compartes y llevan a ninguna parte, déjalo aparte y elimina el deseo de acercarte.
Da igual lo que seas, sin ojos no hay antojos, y los anteojos hacen claro que veas lo que eras, eres tú la que esperas, arregla tu ceguera y limpia la ciénaga del lodo en el que te ha loado.
Da igual lo que hagas, sin beneficio no hay amigo, y sin necesidad, tampoco amistad, la realidad es que has sido una más con la que jugar y uno menos en tu vida, del que has huido dolorida.
Da igual lo que sientas, busca sólo cómo lo asientas, y mira dónde te encuentras. Sujeta y suelta, sin roce el cariño está perdido; sin tedio, deshaz la maleta y sal del sitio donde te habías metido en medio del miedo, ya pasó de todo.
Da igual lo que pase porque ésto ha sido todo, asesinada la mariposa, ahora toca otra cosa, pelillos a la mar, rebosa ausencia total y un silencio sepulcral.
Y sin embargo, es tiempo de lógica matemática, con sabor a ciencia y lúcida consciencia, para ti, la igualdá! y la maternidá!...acéptalo con paciencia, asume la indiferencia y el insulto que a sabiendas practica, y de la misma manera, hazlo finito en tu existencia, y mantén la prudencia, por pundonor! esconde tras de ti el horror de comprobar la clase de honor que guarda en su vida para la mentira, y queda agradecida de haber solucionado su error y el olor que desprendía, ya eres nadie de su incumbencia, cada cual que lleve consigo su mala conciencia y haga con ello prejuicio y perjuicio, sucio vicio, necio mortal sin juicio final.
La valentía sin osadía apenas es rebeldía, tu compañía es crítica, de presta atención a los detalles, en una pizca de ironía con buenas dosis de humor, empaquetado con empatía y propósito de mejoría, a gusto en la investigación de la verdad, con honestidad y humildad, ésta se hace veraz, y en el orgullo y la vanidad, falaz.
Igual da, déjalo estar, en nombre del propio amor, olvídalo ya, sin ser especial, nada queda para que sea esencial, descansa en paz, y allí donde fueres, haz lo que vieres.
Mujeres, cuidado con este tipo de hombres, cuyas mentes dementes os quieren dependientes de sus caprichos inconsistentes mientras en la sombra se mantienen, que no se merecen y después perecen por pereza emocional y pobreza espiritual. Apostad por la libertad y guardaros bien de estas almas ajenas, que en nada son buenas compañeras, y enseguida te largan de su cena para seguir devorando otras comensales a las que tratan como iguales, para compartir miserias hasta hacerlas miserables con sus variables lealtades.